¿Qué es deflación?
La deflación es un fenómeno económico que se define como el descenso o la bajada generalizada de los precios de los productos y servicios de una economía, el fondo monetario internacional (organismo económico que actúa a nivel global) establece que una economía entra en deflación cuando la bajada de precios se prolonga en el tiempo al menos 2 semestres consecutivos.
Uno de los indicadores macroeconómicos más importantes que monitorizan y gestionan todos los gobiernos de cada economía es la variación que sufre a lo largo de un periodo de tiempo el conjunto de bienes y servicios representativos de la economía, conocido como IPC (Indice de Precios de Consumo) o INPC (Indice Nacional de Precios de la Canasta básica). En un periodo de tiempo si la variación del IPC o del INPC es positiva, es decir aumenta, la economía se encuentra en un periodo de inflación, si por el contrario la variación de precios decrece la economía entra en un periodo de desinflación, en esta última situación cuando el decrecimiento de los precios se mantiene de manera continuada durante dos semestres alcanzando cotas negativas entonces la economía entra en un periodo de deflación.
Aunque a priori una bajada de precios de todos aquellos productos y servicios que adquirimos habitualmente puede resultar una idea atractiva para nuestra economía, los efectos secundarios que pueden desencadenarse durante los periodos deflacionarios resultan nefastos tanto para la economía global de la región como para la economía particular de cualquier empresa o ciudadano. Tal es la importancia y la vigilancia de este indicador económico que la misión principal del BCE es mantener la inflación conjunta de Europa ligeramente inferior a un 2% anual con el objetivo de mantener la estabilidad de los precios para salvaguardar el valor del Euro.
Atendiendo al modelo económico de la ley de oferta y demandada, el precio de cualquier producto o servicio viene determinado por la relación existente entre el número de unidades existentes en el mercado (oferta) así como del número de los consumidores que estén interesados y puedan adquirir dicho producto o servicio (demanda). Cuando la oferta supera a la demanda el precio disminuye con el objetivo de atraer a nuevos consumidores que reduzcan el stock sobrante, si por el contrario la demanda supera la oferta el precio aumenta ante la escasez del producto y la exclusividad de obtenerlo.
Atendiendo a este modelo económico el origen de una economía deflacionaria es debido a una demanda insuficiente o a un exceso de oferta, en ambos casos el resultado final es que los precios disminuyen.
Insuficiencia de la demanda
La insuficiencia de la demanda puede ser producido por un descenso generalizado de potenciales consumidores que han dejado de disponer de recursos económicos para poder adquirir los productos y servicios que habitualmente consumían, situaciones de crisis económicas acompañadas de un gran número de despidos como por ejemplo lo ocurrido en la gran depresión americana de los años 20 del siglo XX generó un brutal descenso de la demanda existente propiciando un periodo deflacionario en la economía americana.
Exceso de oferta
Un exceso de oferta puede ser producido por aumento de los niveles de producción del bien o servicio a causa de una mejora de la productividad a gran escala o por la creación de burbujas especulativas que incentiven la sobreproducción con la esperanza de obtener una demanda ficticia, en ambos casos el mercado se inunda de productos y servicios que no encuentran venta ni salida a la demanda existente.
Tal y como hemos comentado anteriormente generalmente las consecuencia de una economía deflacionaria son nefastas tanto para la economía general del país o región así como para la economía de las empresas y particulares.
En periodos donde los precios disminuye la demandada existente retrasan las compras esperando a que en un futuro los precios continúen bajando pudiendo comprar el bien o servicio aún más barato, generando una disminución de la demanda existente.
Por otro lado las empresas que han generado el producto o servicio se ven obligados a bajar el precio de sus productos reduciendo el margen de beneficio o incluso acabando con su actividad, dichos efectos tienen consecuencia directa sobre los trabajadores y empleados bien sea por una reducción de sueldo, jornada laboral o despido, generando de nuevo un descenso de la demanda que dichos trabajadores representaban ante una reducción de sus recursos económicos.
Ambos efecto, retraso de compras y reducción de recursos económicos, producen una reducción de la demanda traducida en una nueva bajada de precios retroalimentándose ambos efectos generando una espiral deflacionaria que afecta a la actividad económica de todas las empresas y particulares así como la economía global de la región.
Conociendo el origen y el ámbito en el cual se ha producido la deflación los organismos económicos pueden aplicar una serie de medidas correctivas que dinamicen y reactiven la economía.
Dicha medidas pueden ser a través de políticas fiscales o políticas monetarias, las políticas fiscales hacen referencia al conjunto de medidas que afectan a los impuestos y al gasto público, por otro lado las políticas monetarias actúan sobre la cantidad de dinero circulante y accesible
Políticas fiscales como la reducción de impuestos que soportan todos los consumidores incrementa la disponibilidad de recursos económicos de las familias incentivando la compra y generando nueva demanda, por otro lado un incremento en el gasto público dinamiza la actividad del país generando nuevos puestos de trabajo y por ende nueva demanda.
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