¿Qué es el color?
El color es la sensación que nuestro cerebro interpreta cuando la luz que incide sobre un objeto es reflejada y captada por nuestros ojos, es decir el color es la presencia de la luz.
La luz de cualquier fuente luminosa como el Sol, el fuego de una hoguera o la lámpara de nuestra habitación está compuesta por multitud de ondas electromagnéticas, cuando un rayo de luz incide sobre un objeto parte de las ondas son absorbidas y las restantes son reflejadas por el objeto, las cuales son captadas por nuestros ojos que son los responsables de transformar estas ondas en señales con las que nuestro cerebro interpreta y nos aporta la sensación de visualizar y reconocer un determinado color.
Atendiendo a la definición de color descrita en los párrafos anteriores, podemos concluir y afirmar que para que el color exista es necesario 3 elementos básicos:
Fuente luminosa
Objeto
Receptor/Observador
O lo que es lo mismo, su ecuación sería;
Color = Fuente luminosa + Objeto + Receptor
Fuente Luminosa
Como hemos citado anteriormente cualquier fuente luminosa emite luz en forma de ondas electromagnéticas, al igual que ocurre con cualquier tipo de ondas podemos identificarlas o clasificarlas en función de la distancia existente entre un valle o cresta de la propia onda, dicha magnitud es conocida como longitud de onda siendo representada por la letra griega λ, si representásemos cada una de las ondas electromagnéticas por su Energia o λ obtendríamos lo que conocemos como el espectro electromagnético, dentro de él y ocupando una pequeñísima porción existe el espectro visible el cual contiene todas las longitudes de onda que equivalen a los colores que somos capaces de observar, por ello el color realmente equivale a una única o combinación de varias ondas con unas determinadas energías o λ.
Un mismo color puede apreciarse diferente según sea la naturaleza de la fuente luminosa que la ilumina y por la que la observamos, no es lo mismo observar un color bajo la luz solar del mediodía, bajo las farolas que iluminan la ciudad nocturna o bajo la lámpara de nuestra habitación. La explicación de este fenómeno reside en la naturaleza del objeto que se ilumina y en la naturaleza de cada tipo de luz, nuestro objeto puede absorber la totalidad de las ondas emitidas por la luz de nuestra habitación y sin embargo reflectar parte de las ondas de la luz solar que no contenía la luz artificial, por ello dentro de cada luz lo importante es conocer la composición de sus ondas electromagnéticas.
Con objeto de evitar estos problemas, los colores generalmente vienen referenciados a la fuente luminosa bajo la que se observa, en el ámbito de la industria se han desarrollado cabinas de luz normalizadas las cuales son utilizadas para poder comparar colores directamente, así por ejemplo se dispone de cabinas de iluminante D65 que simulan la luz del día, TL84 que son luces fluorecentes o iluminante A que son luces incandescentes.
Objeto
Los objetos no tienen color, los objetos tienen la propiedad de absorber, transmitir y reflejar parte de las ondas de la luz que la iluminan y son captadas por nuestros ojos e interpretadas por nuestro cerebro.
Aunque los objetos no tienen color es una realidad que lo determina, el color blanco puro sería el resultado de un objeto que reflectara la totalidad de la ondas que componen el espectro visible, por el contrario el negro puro sería el objeto que absorbiese la totalidad de esas ondas.
En función de los tintes y/o pigmentos que forman parte del objeto así como del grado de rugosidad de su superficie se determina el tipo de color, su grado de transparencia y su brillo. Un color será más brillante si la superficie del objeto es completamente lisa puesto que le permitirá reflejar al máximo la cantidad de luz recibida, estos fenómenos son conocidos y usados por el hombre por ejemplo en la fabricación de señales viales, bandas y chalecos reflectantes que permiten distinguir con claridad el objeto reflectante cuando se le ilumina con la luz de nuestro coche mientras viajamos por la noche.
Receptor / Observador
El ojo es el órgano receptor que capta las diferentes ondas que emiten los cuerpos u objetos cuando son iluminados, nuestros ojos disponen de 3 sensores en las retinas las cuales captan las longitudes de onda emitidas por el objeto y las transmite a nuestro cerebro mediante los nervios ópticos, posteriormente nuestro cerebro transforma los estímulos en sensaciones de colores.
La sensibilidad y número de colores que nuestros ojos captan y nuestro cerebro interpreta depende de cada persona, por ejemplo hay personas daltónicas que confunden colores pudiendo solo observar un pequeño rango de estos y en cambio existen otras personas con la capacidad de llegar a distinguir hasta detalles mínimos de un color a otro.
La colorimetría es la ciencia que estudia, mide y clasifica el amplio catálogo de colores que podemos percibir, desde sus primeros inicios en el año 1665 cuando Sir Isaac Newton demostró que la luz blanca del sol es una combinación de los 6 colores del espectro visible mediante el uso de un prisma hasta nuestros dias, la ciencia de la colorimetría ha dado pasos de gigantes gracias al tiempo y esfuerzo invertido por los diferentes investigadores y asociaciones afines a tal fin.
Para poder catalogar el amplio rango de colores existentes tenemos que identificar como base los 3 atributos o propiedades intrínsecas que dispone un color:
Tonalidad
Intensidad
Saturación
La Tonalidad o matiz representa la longitud de onda predominante que nuestros ojos captan de un objeto, de tal forma que podemos afirmar si es rojo, azul o amarillo. La tonalidad es lo mismo que decir de qué color es.
La Intensidad o luminosidad define la cantidad de luz reflejada por un objeto iluminado, de tal forma que apreciamos colores muy claros cuando reflejan una gran cantidad de luz o muy oscuros cuando no reflejan casi nada.
Por último la Saturación corresponde al grado que un color se asemeja más o menos al color cromático o puro correspondiente, es decir es la pureza.
Basándose en los estudios de Newton en 1776 el naturalista Moses Harris realizó el primer círculo cromático en dos dimensiones, posteriormente se desarrolló el cilindro cromático que tenía en cuenta los 3 atributos de los colores (tonalidad, saturación e intensidad). En el año 1931 la Comision Internacional del Color propuso un sistema numérico que permitía codificar y reconocer los colores, conocido como CIE XYZ su uso se extendió rápidamente hasta que en 1976 evolucionó hacia el sistema CIELAB que actualmente usamos.
Hoy en día todos los colores están codificados y catalogados, existen multitud de cartas normalizadas como RAL, Munsell, Pantone o SPS, cuando vamos a una tienda de pinturas podemos elegir sin equivocarnos aquel color que es exactamente el mismo que el de nuestras paredes o muebles, cuando nos reparan un golpe de nuestro coche el pintor prepara una mezcla de tintes que reproducen el mismo color original... incluso si tenemos dudas hoy en día existen aparatos conocidos como espectrofotómetros y colorímetros que miden y calculan en cuestión de segundos las diferencias de un color respecto a su patrón.
Ahora que ya sabes lo que es el color, ¿sabías que los colores influyen en nuestro comportamiento y estado de ánimo?, por ejemplo el color rojo nos aumenta nuestro ritmo cardiaco y es utilizado como signo de aviso en multitud de señales luminosas de semáforos, electrodomésticos, etc... también se utiliza por los centros comerciales como gancho para llamar la atención en ofertas o rebajas e incluso lo utiliza la naturaleza con el color de nuestra sangre como signo de peligro y advertencia, por otro lado el negro al ser un color que denota e inspira elegancia es utilizado en los productos de alta gama.
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